La mirada ferroviaria de Hans Baluschek

Autorretrato. 1918. Wikipedia.org

Hans Baluschek (Breslau, 1870 – Berlín, 1935), fue miembro fundador del movimiento Secesión de Berlín, considerado parte del Modernismo, además de un relevante pintor del realismo crítico alemán. Con un lenguaje sencillo, que en ocasiones puede parecer ingenuo, dedicó gran atención a los asuntos sociales y laborales de la clase obrera berlinesa, los cuales presentaba desde una perspectiva de denuncia y con un aire de melancolía, algo en lo que seguro influyó su condición de miltante del Partido Socialdemócrata.

Hijo de un ferroviario, desde niño sintió gran fascinación por el ferrocarril, motivo recurrente a lo largo de toda su carrera, el cual representó como medio de transporte público, dinamizador de la actividad industrial y transporte estratégico durante la I Guerra Mundial.     

Tren expreso. 1909. Wikipedia.org

En sus obras se refleja la humildad, la pobreza y el contraste entre una sociedad anclada en el pasado deslumbrante del Imperio alemán y el vertiginoso desarrollo consecuencia de la acelerada industrialización del país. La industrialización provocó que muchas personas trabajaran en condiciones penosas y deviniesen en víctimas inocentes, como se aprecia en Los emigrantes, en el cual una familia, en la que solo se atisba preocupación por un futuro que se intuye difícil, espera en el andén de una localidad donde diferentes fábricas producen a todo ritmo. 

Los emigrantes. 1924. Arthur.io

Su interés por retratar la vida común sin artificios es igualmente tangible en A la mina. En este cuadro vemos, en primer plano, un tren, elemento clave para la producción industrial, y, un poco más alejado, un numeroso grupo de personas que se dirige casi de noche al trabajo en un entorno helado, al objeto de extraer un mineral que luego alimentará unas fábricas cuyas chimeneas son indicadoras de su frenética actividad.

A la mina. 1914. Espina-roja.blogspot.com

Si las condiciones de trabajo de las personas menos cualificadas distaban mucho de ser idílicas, las sociales de los lugares donde vivían tampoco lo eran. De ello nos ofreció abundantes ejemplos, siendo Über Dächern una de sus obras más conocidas. En ella  observamos cómo las vías férreas, además de dividir bloques de apartamentos en las afueras de Berlín, se ubican por encima de ellos, con todos los problemas de ruidos, vibraciones y seguridad fácilmente imaginables.

Úber Dächern. 1934. Karlundfaber.de

Además de ser un elemento básico para la industria, el ferrocarril también lo era como medio de transporte de la ciudadanía en general y de la clase trabajadora en particular, como da fe el cuadro En la estación. En un andén abarrotado, percibimos un tren de llegada y otro de salida, así como una muy detallada representación de la marquesina y varios apuntes de la señalética de la terminal, lo cual proporciona gran verismo a la obra.

En la estación.1929 commons.wikimedia.org

Para un artista con tanta sensibilidad social, la Primera Guerra Mundial no podía pasar desapercibida. Contó inicialmente con su fervor patriótico, de hecho se ofreció voluntario con 40 años, pero su desenlace le afectó mucho, lo que le llevó a distanciarse del régimen político que imperó en Alemania entre 1918 y 1933, es decir, la República de Weimar. Del periodo de la contienda nos legó numerosos  cuadros del campo de batalla y de entornos civiles, un ejemplo de estos últimos es Invierno de guerra.

Invierno de guerra. 1917. Wikipedia.org

Aunque sus ilustraciones para el popular libro infantil Viaje a la luna de Pedro (Peterchens Mondfahrt), hicieron de Baluschek un pintor muy conocido, con la llegada de los nazis al poder en 1933 fue declarado artista marxista. Además, sus cuadros fueron catalogados como arte degenerado (entartete kunst), al igual que los de los cubistas, dadaístas, expresionistas o surrealistas, por ser culpable de un atentado contra la germanidad y la cultura del pueblo alemán. Consecuentemente, fue despojado de todos sus cargos, despedido de todos sus puestos y se le prohibió exponer. Falleció dos años después y hasta el último momento siguió demostrado su interés por el ferrocarril y la clase trabajadora berlinesa, tal como advertimos en Acerías de Berlín, pintado el año de su muerte.

Acerías de Berlín. 1935. Arteyferrocarril.blogspot.com

2 respuestas a “La mirada ferroviaria de Hans Baluschek

  1. Maite 21 diciembre, 2020 / 10:59 pm

    ¡Sobresaliente, Víctor!
    👏👏👏

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    • Víctor Barrós 27 diciembre, 2020 / 7:19 pm

      Gracias, Maite. Celebro que te haya gustado. Creo que era de justicia dedicarle una entrada a un pintor que tantas veces y con tanto detalle incorporó el ferrocarril a su obra.

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